
Cumplí mi parte de la crueldad y destrucción y merecí la vergüenza. Los efectos del amor o de la ternura son fugaces, pero los del error, los de un solo error, no acaban nunca, como una carnívora enfermedad sin remedio.
Fragmento de Beltenebros, de Antonio Muñoz Molina.
É vero ... errores y ridiculeces son lastres que llevás a cuestas y pagas toda la vida.
ResponderEliminarPero las ridiculeces suelen ser divertidas...
ResponderEliminarel ridiculo te lo bancas, pero los errores tardas años en pagarlos, y cuando creiste que habias liquidado la deuda siempre aparece algun pagaré mas.
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