Extraño vivir a 2 cuadras de la casa de mis viejos, extraño los mates de las 6 de la tarde, y las escapadas (a veces) antes de mediodía o antes de cenar. Extraño tenerla a mi vieja cerca cuando no recuerdo una receta, o cuando sé ke ella necesita ke la escuchen, o yo misma. Extraño las escapaditas nocturnas ke se daba mi viejo hasta mi casa con cualkier excusa ("ke me olvidé de darte estas sobras para el perro" "ke me olvidé de comentarte algo") para charlar en la vereda de cosas ke nada tienen ke ver con nuestras vidas, para salirnos del ambiente de las casas de ambos, y poder charlar de cosas sin sentido, para tener excusas para hacernos unos cariños en la espalda o en el brazo, y para no tener después ke darle explicaciones a mi vieja acerca de eso. Extraño el barrio, extraño encontrarme gente en la calle ke me diga "ke grande ke estás" o "sos igual a tu mamá cuando era joven" y esas cosas ke dicen los viejos ke se jactan de conocerla a una aún antes ke una misma. Extraño ke el verdulero me abra la puerta aún después de haber cerrado, sólo por ser yo, por conocerme desde hace más de 10 años y por darle vergüenza no atenderme a pesar de estar apurado para irse porke son casi las 10 de la noche. Extraño caminar a diario por calles en las ke tengo tantos recuerdos, por la eskina de Larrea y Mendoza, donde cada noche de cada día jugábamos con Christian a los detectives o a los astrónomos (y una vez vimos un ovni y todo), y a los acróbatas con él y con la flaca Andrea; y casi 10 años después en esa misma eskina me diera un beso Beto, el chico ke me gustaba, y más tarde casi 10 años más, haya tenido tantas charlas con mi amiga Stella sentadas en la vidriera del cotillón. Extraño eso. Salir a hacer los mandados y no aburrirme nunca, ir recordando mi vida a lo largo de las cuadras, saludar a gente ke aunke no los conozca íntimamente sé ke puedo confiar a ciegas porke los ancestros de ellos conocían a los míos y porke vengo viendo sus caras desde ke tengo memoria, y todos piensan ke soy buena gente sólo por ser nieta de mi abuelo Juan o hija de mi madre, y ke tengo buen criterio por ser nieta de mi abuela Rosa y sentido del humor porke dicen lo heredé de mi abuela paterna (a kien nunca conocí). Extraño todo eso y más, y no tiene ke ver con mi vida ahora, mi vida ahora me gusta también, pero creo ke mi lugar está donde siempre estuvo, y sé ke voy a volver porke es vital para mí hacerlo. Sé ke voy a volver a caminar esas calles a diario, a disfrutarlas a pleno, a tomar helados en la heladería donde probé el 1er helado de mi vida a los 3 años, y voy a ir como hace 30 años atrás y voy a pedir uno de frutilla al agua y limón como la primera vez ke fui con mi abuelo Juan.
