Patrón

Rocket Man - Elton John
Cómo comprender, que justo hoy te me fueras? La única explicación posible sería que quisieras que cada día del animal, te recordara tan vívidamente (como si fuera posible recordarte de otra manera).
Como si fuera posible no recordar el día en que te metiste en mi vida (aunque no recuerdo bien la fecha, ¡claro! por eso partiste hoy, para que no pudiera olvidar la fecha!) o como si fuera posible olvidar tu olor, tus ojos, los dibujos de tu pelaje, o su brillo.
Más aún, como si fuera posible olvidar tu impaciencia por las mañanas esperando el desayuno o el calor de tu cuerpo en invierno o verano sobre mis piernas. O esos aires de "patrón" que tenías con los otros gatos.
Sinceramente, amigo, no sé cómo voy a olvidarte. Seguramente pronto olvidaré esos momentos en los que te me ibas de las manos, asustado. Eso si lo voy a olvidar.
Dice una leyenda, que los gatos que tuviste en tu vida, te ayudan a la hora de pasar por el purgatorio. Llegado el momento, amigo, espero que estés junto a Julito esperándome.
Cuento con vos patrón... amigo.

29 de abril

Qué les puedo decir en el día de hoy que ya no les haya dicho, que son mi vida? Lo saben.
Qué regalo puedo darles, algo que les guste mucho, o mi tiempo, o mi amor incondicional? Lo tienen. Día a día.
No pude saber aún, cómo se siente el amor por los hijos. Y es probable que peque, al decir que ningún humano ha logrado provocarme los sentimientos que me provocan los animales. Sé que peco y no me importa.
Desde los perros de la calle que veo todos los días mientras trabajo, pasando por El Flaco, que es el perro que adoptaron los chicos de la veterinaria pegada a mi trabajo, hasta la perra que el otro día conocí en el cementerio, que duerme ahí, debajo del nicho del dueño fallecido hace años, y no se mueve de ahí, y los sepultureros le llevan agua y comida; hasta mis propias mascotas, mis gatos Leo, Peke y Boni, y también Flor.
Los amo como nunca he amado a otros seres, con el amor más dulce e incondicional que se pueda sentir.

Feliz día, amiguitos.

¿Todavía no hay una ley que prohíba el infame acto de ir escuchando cumbia villera con el celular, a todo volumen, en el colectivo???

Oh...! The humanity...!!!

Mis respaldos

Mis hermanos mayores, uno se parece a mi (o yo me parezco a él, más bien, pero medio metro más abajo) y para mi que el otro es adoptado... (tiene la lengua afuera, el pelotudo)

Como verán, en los genes tenemos de todo, como en botica. Y todos tenemos caras de locos, pero somos re-normalitos. (jeeje)

*Si, si, son mis respaldos, y qué? Acaso dije "garantías"? Respaldos, RES-PAL-DOS!

Citas I

Él me sonrió, dijo algo que no comprendí y de golpe apareció la conchuda diciendo: - jejeje pasa que él habla portugués y no te entiende y bla bla bla... - y ahí mismo casi le tiro a ella ácido en la cara y a él le tiro una caja de papel picado encima y lo enfiesto de tal manera que no hubiera tenido nombre.


derrochado por Fran




*Jajajaj, jajjaa, cuántas veces nos hemos sentido así con alguna conocida y su marido/novio!?

XD

Cásting de ninjas

*Por favor, presten especial atención al negrito de los nunchakos...

Saben de qué me acordé...?

...de una noche en la que había pedido tanto pero tanto tanto verlo a mi viejo aunque sea una vez más, y cuando me pude dormir soñé (o no?) que venía a mi casa como una aparición, así como con rayitos de sol saliéndole del cuerpo (como si pudiera ver su aura, blanca, brillante y como lechosa); y con los pelos volados como las modelos de las propagandas, viste? que le ponen el ventilador de frente... y mi viejo estaba rejuvenecido y muy repuesto comparado con sus últimos años. No me hablaba pero me transmitía las cosas así, como telepáticamente, y tenía una sonrisa enoooorme y en sus ojos una paz y como una sabiduría ancestral; y yo le preguntaba si de verdad había otra vida y si lo iba a volver a ver y él se reía como diciendo "mirá lo que vas a preguntar" y me decía (telepáticamente) que ahora tenía que salir rajando a lo de mi hermano (que vive en Córdoba) porque él también lo necesitaba.

Qué bueno pero qué bueno que estuvo.
(Me desperté emocionada y feliz)

Leo, mirame, amigo

Leo parece un perro. Siempre está conmigo, si estoy en la cocina se hecha arriba de la mesa. Si estoy en la PC, se recuesta al lado del pad, me mira un rato y después se duerme. Si salgo al patio él sale conmigo. Si están los otros gatos adopta una actitud de patrón; observa cada uno de sus movimientos desde una jerarquía más alta. Si reto a alguno por algo, él va y los manotea, apoyando mi desición de retarlos.
Siempre decimos con mi marido que él se cree par nuestro. De hecho, es superior a los otros gatos, es como "más persona". Leo cuando estoy triste sabe, y viene, y me amasa la panza como saben hacer los gatos. Y esté donde yo esté, siempre si miro al lado mío, él está. De todas mis mascotas, fué y es mi mejor amigo.
La pasamos feo juntos, hasta una temporada estuvimos separados. En ese tiempo pensaba a cada rato en él. Después me lo "robé". Se lo robé a mi ex-marido, bah. Esto ocurrió hace 4 años y medio y el tipo aún no lo sabe, je.
Leo nunca gozó de una salud óptima, y hoy está muy enfermo. Tiene muchas enfermedades crónicas porque tiene sida felino, o sea, se agarra todo lo que le pase al lado porque no tiene defensas. Está muy anémico. Y para rematarlo, hace unos días un coágulo de sangre le ocasionó una especie de embolia y hoy tiene una pata "muerta", y no tiene remedio el tema. El veterinario dice que él no sufre dolor, que de continuar el curso normal, se va a ir como apagando, como un viejito. La cosa es que hace una semana, ando con el gato a cuestas por la casa, le tengo roto los huevos pobre gato, los que me conocen saben que es así, jeje. Pero no puedo dejarlo y quisiera poder dejarlo ir.
Me cuesta mucho pensar que dentro de poco no va a poder acompañarme más. Cada vez que pasan estas cosas con las mascotas, maldigo el momento en que tomé la decisión de dejarlos entrar a mi vida. Y siempre digo que no agarro a uno más. Y después siempre es mentira.
Les cuento esto no por compartir el tema, sino para que me quede un recuerdo suyo aquí.
Y porque prefiero escribirlo ahora, que está ronroneando sobre la tabla de planchar, al lado mío...