lunes, 6 de febrero de 2006

Anita tenía un pozo

Anita tenía un pozo en el que caía periódicamente.
La primera vez, el pozo pareció chuparla. Aquella vez estuvo en él un tiempo considerablemente largo: al principio gritaba para que alguien la escuchara, luego, al darse cuenta de que nadie la oía, luchó desesperadamente contra las resbalosas paredes para poder salirse. Lo hizo durante horas, y nunca llegó a ver la luz de arriba. Se lastimó mucho las manos, entonces decidió serenarse y elaborar un plan. En algún momento se quedó dormida y soñó que su hermano la llamaba. Quizás lo había hecho, pero ella no había podido responderle. Un día el pozo mismo la escupió. Anita estaba afuera y ni sabía cómo.
Pasó un tiempo durante el cual Anita había olvidado al pozo. No había vuelto a caer en él, ni siquiera le había pasado cerca, por eso la segunda caída la había agarrado muy desprevenida: se lastimó un poco más que en la primera, pero esta vez no tuvo miedo, y decidió no llamar a nadie ni desesperarse, se sentó a pensar. O a esperar una oportunidad mejor de salir: que alguien pasara cerca, o que su hermano la buscara.
Como el tiempo pasaba y ya caía la noche, Anita empezó a explorar con sus manos las paredes del pozo. Descubrió que ya no eran tan resbaladizas como la primera vez, y que cuando ella se descuidaba, parecían palpitar un poco. Se le ocurrió que el pozo se comportaba según su propio estado de ánimo, y esa tontería la hizo reír mucho, entonces las paredes vibraron y luego suspiraron y se pusieron más firmes, y ella pudo trepar y salir sola. Anita estaba feliz porque había descubierto el secreto del pozo.
Era de prever que después de semejante hallazgo Anita entrara y saliera del pozo tantas veces como quisiera. Lo usaba para esconderse cuando jugaba con sus amigos, o cuando quería estar sola, o cuando no tenía ganas de hablar, o de que le hablen. Sus padres estaban preocupados cuando ella desaparecía porque si bien todos sabían que Anita estaba en el pozo, nadie sabía exactamente adónde estaba ubicado, o si esta vez iba a poder salir de él. Sobre todo a su madre la ponía muy nerviosa el hecho de que su hija estuviera tan segura de poder controlarlo: ella creía que iba a llegar el día en que Anita no iba a poder salir. Anita en cambio, se sentía muy tranquila en él, tenía la certeza de que nadie la encontraría y así encontraran el pozo, nadie se animaría a bajar a buscarla. No conocía a nadie, por más valiente que fuera, capaz de bajar al pozo.
Cuando adolescente había conocido a un par de muchachos que se habían jactado de animarse al pozo y compartir algún momento con ella en él. Ninguno fue capaz de asomarse siquiera. Uno una vez se asomó y no soportó la pesadez del aire. Por un tiempo le hizo creer a Ana que algún día bajaría, pero nunca lo hizo. Ana siguió bajando sola y un día se olvidó del muchacho y cuando salió él ya se había ido detrás de quien sabe qué cosa que tenía alas.
Un día el pozo la agarró desprevenida y volvió a chuparla, y sus paredes se cerraron sobre su cabeza, y Anita empezó a reírse, y el pozo también, pero no quiso soltarla. Anita descubrió que había sido engañada. El pozo no se comportaba según ella quería, sino que se lo había hecho creer por años. Vivió acurrucada en él el tiempo que el pozo se lo permitió. Sus padres, sus hermanos y sus amigos - entre ellos el muchacho - la buscaron. Ella los escuchó varias veces pasar llamándola por al lado del pozo, pero su pecho estaba tan comprimido por sus rodillas que no pudo más que exhalar un suspiro inaudible.
Hasta el día de hoy – y eso que de la desaparición de Ana han pasado varios años – se escucha a su madre y a su hermano gritar su nombre.
Cuando esto ocurre, el pozo palpita con Ana en él.
Quizás algún día la escupa.

19 comentarios:

  1. Decirte que me encantó, alcanza?
    Te quiero.

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  2. Me gustó, mucho.
    pero tengo que volver a leerlo para ver que es lo que me provoca cierto desasosiego turbador.
    pero me gustó, ojo.

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  3. Me dejo con un nudo, pero me encanto, brillante Baby

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  4. inmediatamente me obligo a pensar en situaciones pasadas y presentes.
    Gracias por esto.
    Merd! creo que me va a dejar pensando por unos dias mas...
    Besos Angel.
    Ro

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  5. Hoy es un buen día para esconderse.

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  6. Si.

    Mirando películas.

    Qué pasa con tu blog Gaby? Me aparece el template en blanco...

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  7. No se, yo lo veo bien, con todo bah, lo de bien es un criterio personal

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  8. Pero la puta madre! Yo solo veo el blog vacío...

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  9. Y si prueban con renunciar al alcohol? Tal vez eso los ayude =)

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  10. Nuuuuuuu, a ver si no salen más!!!

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  11. Gaya y yo capaz que nos divertimos de lo lindo en el pozo...

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  12. Y yo acá afuera ni te cuento! :D

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