lunes, 30 de enero de 2006

Una historia más

Hacía un tiempo que se encontraba en ese lugar adonde le había perdido el miedo al viento. Imposible no hacerlo, en ese lugar todos amaban el viento. Salían de sus casas cuando lo escuchaban soplar para abrirle los brazos y sentirlo en la cara y en el pecho. Al principio, cuando aún no lo había perdido, lo disimulaba. Le avergonzaba reconocer que le temía a eso que todos amaban. Por un tiempo lo olvidó, no lo escuchó soplar; hasta que llegó el día en que los silencios se hicieron tan profundos que volvió a escucharlo y se encontró acercándose a la ventana para oírlo mejor. Descubrió que el sonido la reconfortaba, le era placentero. Enseguida se ensombreció cuando descubrió que aparte del miedo al viento, en ese lugar había perdido otras cosas.

2 comentarios:

  1. A veces se pagan precios que nunca acordamos... pero una vez entregada la factura, no hay reclamos ni devolución.

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  2. Yo no lo podría haber dicho mejor. =)

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