martes, 10 de enero de 2006

La bombilla tenía gusto a esos cinco días terribles

Con esa frase comenzaba un cuento que leí muchas veces. Algunas veces lo leí por placer y otras obligada por las circunstancias: el autor me había pedido que lo trasladara a formato .doc y luego que lo revisara varias veces. De esto hace muchos años, pero esa frase tan sencilla siempre ha vuelto a mi cabeza.
La bombilla tenía gusto a esos cinco días terribles.
Cuando pasan cosas que nos superan y/o nos toman de sorpresa las bombillas pueden tener gusto a esos cinco días terribles. Conmigo pasa siempre que pasan cosas malas. No pasan y ya, siempre me queda un poco el gusto, quizás por una semana, quizás por dos. No puedo quitarme fácilmente las sensaciones de encima, no puedo levantarme y desempolvarme y ya.
La bombilla tiene gusto a esos cinco días terribles como cuando usamos nuestra vieja bombilla y de pronto notamos que el mate empieza a no salir bien. Y cambiamos la yerba y nada. Y cambiamos de mate y tampoco. ¿Por qué siempre cuesta tanto cambiar las bombillas? ¿Por qué es tan difícil ir a comprar una bombilla nueva? Al menos en mi caso.
Por eso, cada vez que suceden días terribles, viene una y otra vez esa frase a mi mente: la bombilla tenía gusto a esos cinco días terribles; como si quitarse el gusto fuese algo prácticamente imposible, casi como ir al bazar y comprar una bombilla nueva.

3 comentarios:

  1. Delicado, profundo, elegante, soberbio, prolijo, entero...

    Podría seguirle poniendo adjetivos al relato y todos serían para alabar.

    Cómo será de bueno que hasta usaste la "q"!!!!!

    Beso.

    Salú.

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  2. Soy de aceptar sin más los cumplidos, pero el tuyo especialmente, Faivel, viniendo de alguien que escribe como lo hacés vos, me dá como "cosita".

    Así que vos también odiás las k?? XD

    Besos ruborizadísimos.

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  3. Es una frase muy buena realmente.
    Saludos

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