jueves, 2 de abril de 2009

Leo, mirame, amigo



Leo parece un perro. Siempre está conmigo, si estoy en la cocina se hecha arriba de la mesa. Si estoy en la PC, se recuesta al lado del pad, me mira un rato y después se duerme. Si salgo al patio él sale conmigo. Si están los otros gatos adopta una actitud de patrón; observa cada uno de sus movimientos desde una jerarquía más alta. Si reto a alguno por algo, él va y los manotea, apoyando mi desición de retarlos.
Siempre decimos con mi marido que él se cree par nuestro. De hecho, es superior a los otros gatos, es como "más persona". Leo cuando estoy triste sabe, y viene, y me amasa la panza como saben hacer los gatos. Y esté donde yo esté, siempre si miro al lado mío, él está. De todas mis mascotas, fué y es mi mejor amigo.
La pasamos feo juntos, hasta una temporada estuvimos separados. En ese tiempo pensaba a cada rato en él. Después me lo "robé". Se lo robé a mi ex-marido, bah. Esto ocurrió hace 4 años y medio y el tipo aún no lo sabe, je.
Leo nunca gozó de una salud óptima, y hoy está muy enfermo. Tiene muchas enfermedades crónicas porque tiene sida felino, o sea, se agarra todo lo que le pase al lado porque no tiene defensas. Está muy anémico. Y para rematarlo, hace unos días un coágulo de sangre le ocasionó una especie de embolia y hoy tiene una pata "muerta", y no tiene remedio el tema. El veterinario dice que él no sufre dolor, que de continuar el curso normal, se va a ir como apagando, como un viejito. La cosa es que hace una semana, ando con el gato a cuestas por la casa, le tengo roto los huevos pobre gato, los que me conocen saben que es así, jeje. Pero no puedo dejarlo y quisiera poder dejarlo ir.
Me cuesta mucho pensar que dentro de poco no va a poder acompañarme más. Cada vez que pasan estas cosas con las mascotas, maldigo el momento en que tomé la decisión de dejarlos entrar a mi vida. Y siempre digo que no agarro a uno más. Y después siempre es mentira.
Les cuento esto no por compartir el tema, sino para que me quede un recuerdo suyo aquí.
Y porque prefiero escribirlo ahora, que está ronroneando sobre la tabla de planchar, al lado mío...

3 comentarios:

  1. Por quererte, quiero a Leo.
    Por quererte, Leo también está a mi lado y hasta me dejo "amasar" la panza.
    Por quererte, dejo que Leo rete a Oti aunque no respondo demasiado por la batalla que pueda desatarse entre ambos.
    Y por quererte tanto no digo nada de todo lo que sentí al leerte :)
    Te quiero, amiga!

    ResponderEliminar
  2. Gracias amiga...
    Yo también te quiero!

    ResponderEliminar
  3. Ah, no vale escribir cosas tan tiernas, no puedo/debo arruinarlas...

    Lo único que puedo agregar es que el felino ha sido bien querido, es evidente.

    ResponderEliminar