La gente... (Oh...! The humanity...! - II, creo...)

El jueves, trabajando, caigo en una casa donde tenía que agregar a un bebé al plan médico de la abuela (para los que no saben, trabajo para una mutual con cobertura médica privada, y voy a las casas de la gente para hacerles el ingreso).
Llego a las 10 de la mañana y el papá del bebé me dice:

- Llegaste justo para el mate!

Le respondí con una sonrisa. Me sentí un poco incómoda porque hace rato que no le acepto mate ni café a la gente que voy a asociar, generalmente por una cuestión de tiempo, un café significa dar lugar a la charla, y el mate, bueno, el mate no se toma con cualquiera.
Entro al domicilio y me estaba esperando la mamá del bebé. Me saluda y lo primero que hace es ofrecerme alcohol en gel. Se notaba que era casero y lo tenían dentro de un enorme frasco inmundo de jabón líquido y el cosito que hay que apretar para que salga el producto tenían una mugre!

- No, gracias, está bien, no me hace falta...

Lo segundo que hace es ofrecerme un mate.

- No, te agradezco mucho, es que con todo este tema de la gripe A no estoy tomando mate prácticamente con nadie... muchas gracias!
- Ah si, claro, no lo había pensado...

Agrego al bebé al plan, y para eso yo necesito ver el número de socio que figura en el recibo:

- Me permitís un recibito cualquiera?
- Ah! Pero no lo tengo, se lo llevó mi tía por las dudas, porque ella trabaja cuidando a una señora y resulta que ahora la señora tiene la gripe A, viste? Y tiene miedo de contagiarse y no tener el recibo para llamar al médico a domicilio...

(Seguramente la tía debía estar tomando mate con la señora con gripe A).

Mismo jueves, en otra casa, hora y media más tarde, voy a asociar a tres chicas jóvenes, dos de ellas hermanas y la otra, prima de ambas. La persona que iba a pagar la cuota era la mamá de las dos chicas.
Les explico los beneficios de pé a pa, y mientras estoy llenando la solicitud la prima me pregunta qué tal son los psicólogos.

- Son todos muy buenos.
- Recomendarías a alguno en particular?
- Si, a Mirta (Mirtita!) M****.
- Aaaah! La misma que me recomendó al chica de acá al lado! Me dijeron que es buenísima...
- Sí, y lo más importante es que es una persona muy cálida, muy agradable... (acordate Maf que me dijo una vez que yo era "un solcito", jajajajajjaj)
- Ah... y habrá turno???
(mientras, la tía, que era la que iba a pagar el plan, escuchaba atentamente)
- Mirá, el problema con Mirta es que tiene casi siempre los turnos ocupados, pero vos lo que tenés que hacer es ir a hablar con ella para que te anote en la lista de espera, siempre la gente termina la terapia o algunos van esporádicamente, yo creo que en un mes, mes y medio te podrá atender...

Salta la tía, y pregunta:

- Y vos no podrías hacer algo, no sé... hablar con ella? para que la atienda bien rápido...
- Y... realmente no, no está en mis manos, imaginate que ella tiene que respetar la lista de espera...

Y me contesta, mientras me miraba a los ojos en forma algo extraña:

- Y, sabés qué pasa? que si ella no consigue turno rápido para Mirta, yo dejo de pagar el plan, porque si ella no puede atenderse con esa psicóloga... para qué lo quiero? si yo tengo otra cobertura!

Me dieron ganas de romperle la solicitud en la cara al tiempo que le preguntaba que qué iba a hacer después de dar de baja el plan por tramposa, si me iba a quebrar los dedos con el filo del baúl del auto para luego hacerme arrodillar en el piso para ponerme un tiro por la espalda para meter mi cadáver en el mismo baúl para llevar el auto al arroyo Ludueña para empujarlo y hundirme con él y que parezca un accidente.
Lo único que me faltaba! Que me extorsionen para continuar el plan!
No pude no contestarle:

- Y señora, Ud. verá, haga como más le convenga.

Firmé, firmó, cobré y me retiré. Un mononor de asesora.




Oh...! The humanity...!*


*Por si no lo recuerdan, esta fue la frase pronunciada por Herb Morrison, reportero que transmitía por radio la trágica llegada a Nueva York del dirigible Hindenburg, año 1937.