jueves, 12 de mayo de 2005

Del gran Julio

Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,

qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas, eras más que el tiempo,

eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.

(Después de las fiestas)

2 comentarios:

  1. .... (acá va carita de ensoñación)

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  2. Exquisito...y volar y volar. Volar y volar...

    Después me dijo un arriero que no hay que iegar primero sino hay que saber iegar

    jaja, no puedo ser tan boluda. Vos pegame Ang cuando se me trunca, please.

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